señor, señor

domingo, 26 de abril de 2020

INFOVIRUS

Todo empezó en un chat. Esos que ahora se crean o que ya estaban y son centro de recreo y comunicación, en cualquier sentido. Todo comenzó con un mensaje sobre la salida de los niños. Una contestación sobre la necesidad de que salgan y aquellos viviendo en pisos oscuros, sin espacio ni medios. Otro comentario diciendo que con los niños fuera todo se iba a complicar más. Padres y madres irresponsables. Contagios masivos. Sentí frustración. Y rabia. Recibí un mensaje asegurando que se estaba a favor de que los niños salgan, pero no al supermercado o a la farmacia. Vaya, he hecho que alguien tenga que justificar su opinión. Fue cuando dibujé un mensaje en Facebook de otro conocido que estaba haciendo una llamada "cura de chats y comentarios cuñadísimos". Necesito una cura de información. 

He pasado de leer cada recodo de la noticia con intención de entenderla y opinar con fundamento, a que mi mente recoja pedazos, quizás ya agotada por la acumulación de basura informativa. O quizás es que denoto falta de empatía o cansancio e inflexibilidad. No es mi modo de hacer las cosas.

Y aquí estoy. Escribiendo sobre mi cura de este infovirus. Tratando de buscar sentido al exceso de dimes y diretes, para llegar al estado de tranquilidad y criterio con el que empecé este confinamiento. 

El virus está cocinado en un laboratorio de Wuhuan. No, el virus viene de los mercados húmedos de Wuhuan, porque alguien se comió un murciélago o un pangolín. 
China se quiere lucrar con este virus. No, están ayudando a que lo superemos los demás. 
España compra material defectuoso. Holanda y Francia también. 
Los científicos avisaron que esto pasaría. Nadie lo sabía. 
Amancio Ortega dona material sanitario. No paga sus impuestos. Amancio Ortega utiliza voluntarios para vender el stock de ropa de sus tiendas. Todos a comprar ropa de Inditex cuando salgamos. La ropa la fabrican trabajadores explotados. Las donaciones pesan más. 
Pablo Iglesias se ha saltado el confinamiento para acudir al Consejo de Ministros. No, Iglesias pidió permiso para ir al Consejo de Ministros y fue siguiendo los consejos médicos. Fue una irresponsabilidad. No, lo hizo por necesidad.
Pillan a Rajoy paseando por la calle. No, son imágenes de hace años. El periodista que grabó a Rajoy saca la fecha y es actual. Ya, pero Rajoy estaba solo y no había nadie en la calle. No, tiene que dar ejemplo. 
Multa a un joven por hacer deporte en el campo solo. Ese es un sinvergüenza. 
Aznar se va a pasar el confinamiento a Marbella. Tiene derecho a ir a su casa. 
Varias Comunidades Autónomas costeras se quejan de que los madrileños trasladen el virus a sus comunidades. Esos son una panda de irresponsables. 
Iglesias y Montero tienen una ambulancia en la puerta de su casa. No, se descubre que es un bulo.
Los ataúdes que esconde España. No, son imágenes de otro país. 
Se permite salir a los niños al supermercado y a la farmacia. No, a dar paseos de una hora. 
El Gobierno miente en los números de muertos. No, los datos los dan las Comunidades Autónomas que gobierna cada partido. 
La culpa es del bipartidismo: los recortes del PP y la pasividad del PSOE. No, la culpa es del gobierno social-comunista. La culpa es de la manifestación del 8M y del Gobierno que lo permitió. No, la culpa es de Ortega Smith que fue a un mitin el mismo día con síntomas y habiendo viajado a Italia. No, la culpa es de los aficionados al fútbol que viajaron, de los que fueron a centros comerciales o se tomaron cafés y cervecitas. 
La ultraderecha fabrica bulos para cargarse al Gobierno. No, es la izquierda que no te deja publicar informaciones contra el Gobierno. Facebook y WhatsApp toman medidas para evitar la viralizacion de bulos y las palabras que puedan incitar al odio. No, es el Gobierno que maneja Facebook, WhatsApp y tiene comprados a todos los medios. No, puedes encontrar muchas noticias contrarias al Gobierno.
Uso a los muertos del 11M y los comparo con los del coronavirus. Una Asociación de víctimas del 11M pide que no se usen los muertos. Se piden banderas a media asta y minutos de silencio. Se usan los muertos en discursos y en política.

Me preguntaba si ponía todas las noticias y contra-noticias juntas, habría oportunidad de analizar esta situación y darse cuenta de que uno no puede dejarse llevar por todo lo que aparece en los medios. Me preguntaba si dejaremos algún día los colores políticos y practicaremos un poco el pensamiento crítico, para dejar de esparcir tanta mierda sin sentido. Me preguntaba si algún día la política estará a la altura. Con gran pesar creo que la respuesta a todas estas preguntas es un NO gigante. Defenderemos al Gobierno, porque lleva nuestro color. Difamaremos al Gobierno porque no lo lleva. Transmitiremos bulos porque nos conviene y, defenderemos lo indefendible porque en ello nos va el tiempo. Ese que pasamos confinados, recibiendo noticias, crispándonos. Continuaremos viendo viejos o viejas del visillo apuntando a personas en la calle sin conocer su historia. Juzgando y condenando sin datos. Defenderemos a aquellos que hacen lo mismo, pero que nos interesa que se vean bien. Sin pensar demasiado. O pensando a borbotones. Sin calma. Tranquilamente, porque llevamos la razón absoluta. Sin pensar en las consecuencias. Queriendo que las consecuencias nos beneficien. Hoy, muchos somos la Santa Inquisición. Por eso, me quiero curar de este infovirus. Por eso ya no atiendo a WhatsApps con noticias, idearios ni a comentarios políticos. Hoy, solo quiero salir de este momento.

viernes, 10 de abril de 2020

DIME ALGO BONITO

Ahora tenemos tiempo para pensar. Pero eso supone un problema, porque nadie quiere hacerlo. Es delicado eso de mirarse dentro, así que miramos fuera. Opinamos sobre la política, la sanidad, la economía, la vida de otros. Unos arengan sobre la maldad del virus y las responsabilidades. Otros, hablan de otras vidas. Amig@, herman@s sufriendo la devastación. La soledad de algunos. Y la santa inquisición. De esos que asomados a los balcones miran las vidas ajenas sin conocer ni pretenderlo. Incluso hay muchos que sacan la filosofía barata, sus petardos envenenados de algo que leyeron no saben dónde, o las ideologías desvocadas sin otra intención que darse la razón y que se la den.

Pensemos. Hace ya tiempo que le dije a alguien que nos pasamos la vida siendo hij@s, maridos, mujeres, padres o madres, sin saber dónde cabemos en esa ecuación que es la vida. Es terrible pensar que nacemos y nos desarrollamos en torno a un rol al que le debemos nuestro ser. Sin pensar. Sin analizar la adecuación del mismo a nuestro apetito de vida. 

¿En qué momento nos perdimos? Dice ese alguien que la culpa es del ritmo en el que vivimos. La espiral que nunca para. Sin momento alguno en el que nos confinemos y podamos pensar. ¿Y ahora? No es el momento, me dice. Ahora hay demasiada información que asimilar. Mucha preocupación. Entonces, no tenemos solución. O es que mirarse es más duro que mirar lo mal que lo hacen los otros.

Mi hijo me pide, como todas las noches: Mamá, dime algo bonito. Se lo digo. ¿Qué quieres ser de mayor? Quiero construir coches y jugar al hockey profesional. Y sonrío. Ojalá todos de adultos tengamos las cosas tan claras y pensemos de forma tan sencilla. Di algo bonito sobre tí. Repite las veces que consideres. Ahora hazlo con los que tienes a tu alrededor. Será que funciona mejor el premio que el castigo. Será que te ayuda a avanzar mejor saber tus fortalezas y reforzarlas. Una idea para el confinamiento. Una idea para todos.