señor, señor

jueves, 17 de marzo de 2016

BORREGOS DEL MIEDO


Hace años que le conozco y siempre que hemos hablado me decía que lo peor que le había pasado a Estados Unidos era Bush. Todos en la reunión coincidimos en esa afirmación, pero poco antes de las elecciones, su voto y opinión había cambiado. Le pregunté a mi padre, pues no entendía que en un corto espacio de tiempo, una decisión tan firme y consistente pudiera mutar hasta racionalizar justo lo contrario con medias verdades. La respuesta fue MIEDO. Cuando un país está en medio de una guerra, no se cambia la deriva política, y si a esto le añadimos el ingrediente del terrorismo, se obtiene el caldo de cultivo perfecto para ganar. Los ciudadanos tenían miedo y él se presentó como el baluarte de la salvación.

http://goo.gl/aE8XAR
Y ahora viene mi analogía. Hablando con amigos acerca de este tema, consideraban estúpidos a los americanos por caer en semejante trampa política. Nosotros somos mucho más listos y no nos tragamos cualquier cuento, decían. O sí. 

Llevamos años mitigando las bofetadas de la corrupción, asimilando que el poder corrompe, que los partidos son las víctimas de la perversión humana de unos pocos, creyendo todas las escusas y por último resolviendo que no hay alternativas o que las que hay son poco fiables. Analicemos el contenido de estas aseveraciones que en principio suenan a música celestial en nuestros oídos. Son las bases que cimentan en nuestra conciencia la idea de que una mala decisión puede ser buena si se construye como los castillos en el aire, sobre nubes de algodón. Siento defraudar a los socialistas y simpatizantes del Partido Popular al aseverar que muchos se comportan como los americanos cuando votaron a Bush por las inexistentes armas de destrucción masiva, la desmedida amenaza terrorista y la conquista del petróleo o guerra de Irak. Ahora se trata de amenazas: la del comunismo, de la huída de los mercados y la de los refugiados.

https://goo.gl/f2n5aQ
Podría entender que las analogías ideológicas del PP con sus militantes sean fuertes y consistentes, como las raíces de un árbol que se extienden en busca de algo tan fundamental como el agua. Pero he de informarles señores, que el agua de la que se nutren está contaminada. La verdad duele, pero cada voto que ustedes ofrecen, premia a todos aquellos que se afanan en detestar al contrario, porque no colaboran con la justicia, no aportan pruebas de su inocencia y se escudan en la ignorancia. El desconocimiento nunca exime de culpa a un político, porque en su cargo está implícita la responsabilidad, la experiencia y el conocimiento que intentan eludir usando la ineptitud para no enterarse de lo que pasaba a su alrededor como justificación, cuestión que atenta contra el sentido común. Y creo conocer la razón por la que votan la incompetencia. Primero, porque sus ideas, principio por el que rigen su vida, son almas gemelas de lo que exponen de palabra, y segundo porque les han dicho que no hay alternativa. Su programa está dotado de exclusividad ideológica y fuera de él sólo hay desesperanza y miedo a lo desconocido. Un laberinto intrincado lleno de centrismo o peor, extremismo en el verso contrario. Sus votantes no pueden permitirse castigar la corrupción y la mentira con su voto.

Diría que podría comprender a los socialistas también, pero permítanme que sea tan intransigente como lo son ellos con los cambios. Les han movido el queso o mejor, se lo han llevado, y se niegan a ir a buscar nuevas variedades en otra parte, porque ahí fuera hay pasillos llenos de temores y dudas. - Sí, yo también caí en la parábola sobre la motivación del libro ¿Quién se ha llevado mi queso?- Encarnan el papel de Hem como nadie, porque pudiendo adaptarse al cambio a tiempo, resulta que prefieren ampararse en la renuncia de los pocos ideales de izquierdas que les quedan, para buscar un centro en el que nunca han estado y que va escorándose a derechas. Miedo señores es lo que veo. Pánico a los mercados, al rédito político y a la vieja guardia, que tira de la cuerda para dirigirse al lado contrario y evitar parecerse a la izquierda de antaño, porque quizás se acerca más a otras siglas que a la suyas. Y de nuevo, muchos socialistas de pro son inamovibles, como la actitud del PSOE. Piensan que fuera de la rosa roja no hay vida.

Grecia http://goo.gl/8FH5qn
Jordania http://goo.gl/baOXPy
Y vayamos a lo importante. Lo mismo ocurre con la amenaza de los refugiados, que también se ha convertido en política y se sustenta en el miedo. Se ha creado tal temor, que en algunos países sienten que son terroristas porque vienen de Raqqa (Siria), Irak o Afganistán. He tenido la oportunidad de hablar con personas de diferentes nacionalidades y para mi sorpresa algunos me han dicho que la presencia de estas personas en sus ciudades ha creado una inseguridad devastadora: "van a robar y a delinquir. No se amoldan a la cultura e idiosincrasia del país al que van". Y con tales afirmaciones pienso en el campamento que hay en Grecia o en Jordania. Miles de personas hacinadas en tiendas de campaña en medio de la lluvia, con frío y barro cubriendo sus pies. Niños llorando y progenitores desesperados. ¿De verdad piensan que esas personas se van de sus países para delinquir en otros? ¿De verdad pensamos que son una amenaza? Les presento una realidad tan dura que me niego a pensar que somos dignos de llamarnos humanidad por permitirlo y ampararlo. Juzguen ustedes la razón por la que estas personas huyen de su país.


Quizás es que hay dos tipos de refugiados, los buenos y los malos. Recuerdo para aquellos que lo desconozcan que refugiado significa: persona que, a consecuencia de guerras, revoluciones o persecuciones políticas, se ve obligada a buscar refugio fuera de su país. Están desesperados y la respuesta de Europa es enviarles a Turquía, país que no es conocido precisamente por respetar los Derechos Humanos. No se confundan, porque no se trata de un criterio personal, es un hecho que relata Amnistía Internacional. Habiendo dinero de por medio y facilidades para la entrada a la UE, entre otras bondades, todo está resuelto. Y ya está. Ningún ciudadano europeo tendrá que temer la avalancha de padres, madres, abuelos, abuelas, niños, niñas y, al fin y al cabo, personas desesperadas. Lo que crece en mí es la desolación, el asco, la impotencia y la indignación por tratar a personas como moneda de cambio. El PP irá a la UE para respaldar este acuerdo con la inmensa mayoría del Congreso en contra. Les recuerdo que esto también lo votan ustedes, los ciudadanos ¿El miedo a qué, es el que fundamenta toda esta crueldad? Tengan ustedes la valentía de ver este vídeo sobre Siria y decidan si se puede vivir allí.


Y ahora piensen en cuál es el miedo. A veces es difícil hasta acordarse de lo que lo provoca. Cuando ya lo tengan visualizado, pregúntense: y si no tuvieran miedo ¿qué harían? ¿qué votarían? Ahí es donde se encuentra la respuesta. No podemos tomar decisiones que afectan a un país, sea el nuestro o el vecino, o a otras personas, por el pánico a circunstancias desconocidas que algunos tratan de alimentar con la leña del árbol caído. No podemos amparar nuestro futuro en deducciones, hipótesis y calibraciones que el hombre del saco tiene guardadas, disponiendo de ellas cuando le es conveniente. No tengo la respuesta a qué deben ustedes votar o qué decisiones deben tomar. No me voy a permitir la osadía de querer cambiar de la noche a la mañana toda esa estructura de angustia que han construido alrededor nuestro para que sigamos siendo ciegos y mudos. Hoy, ya he respondido a la pregunta base. Ustedes son los que tienen que decidir si continúan siendo los borregos del miedo.

<<Nadie pone a su hijo/a en un barco a no ser que el agua sea más segura que la tierra>> 
Warsan Shire

http://goo.gl/DnmlaT
 NOTA: He de reconocer que es la entrada que más me ha costado terminar. No puedo describir cómo me he sentido viendo imágenes y vídeos de cómo están subsistiendo estas personas. Me provoca un dolor indescriptible ver como mi país apoya a Europa en el tratado con Turquía, pero más me frustra y me daña saber que el tiempo pasa y nadie hace nada por ellos. Ahora, para otros menesteres, van raudos y veloces... Como decía José Luis Sampedro, el capitalismo convierte todo en mercancía y eso incluye a los seres humanos. Estamos en la barbarie.