señor, señor

miércoles, 11 de marzo de 2015

DIOS ES UN FANTASMA

Quería compartir en este escrito el sentido común y la lógica de un niño de 5 años, que pregunta por un ser que no se ve y que, sin embargo, dicen que ha creado el mundo. Ante esta pregunta y el acompañamiento de la existencia del ser humano, pues le han dicho que un tal dios nos ha creado, me mira y me dice: "a mí me parece que este dios es más bien un fantasma"

Tras la nueva ley de educación del Sr. Wert, ahora me dan un papelito para que decidamos si nuestro hijo quiere dar religión católica o el sucedáneo de asignatura que ponen en lugar de. Y no sé explicar el porqué ponen a los niños en la tesitura de verse separados por no compartir una misma religión en un estado que se supone es aconfesional. ¿Cómo le explico que durante una clase no va a estar acompañado de su amigo, con el que comparte juegos y risas, porque es católico? De verdad que cuando uno es adulto y decide tomar partido por una religión o inculcar a sus hijos ese pensamiento, me parece estupendo. Pero no tendría que suponer una separación de alumnos el hecho de no compartir la misma religión o la religión en sí misma, sobre todo, repito, en un estado que no tiene por bandera una determinada.

Le he explicado a grandes rasgos que hay varias teorías sobre la creación del universo y del ser humano. La que le explica su amigo parte de un ser llamado Dios que ha creado al ser humano a su imagen y semejanza, dotándole de un mundo para que viva y respete a los de su misma o diferente especie. Es lo que se dice ¿no? Cuando me ha pedido ver fotos, he puesto "Dios católico" en internet y es sorprendente las imágenes que encuentras. Por otra parte, le he hablado del Big-Bang y de la evolución humana (prefiero llamarla así porque evolucionamos hombres y mujeres) mostrándole imágenes que parten de un mono que va transformándose en una persona común de hoy en día. Le he comentado que hay otras religiones con otros dioses y otras teorías, pero que la decisión sobre lo que creer era sólo suya. 

http://leidyalexandramachado.blogspot.com.es/2014/10/evolucion-del-hombre.html
Tras dejarle un rato mirando imágenes que le han llamado la atención, me ha dicho que se quedaba con la teoría del mono. Parece que le cuadra más y me ha dicho que lo comentaría con sus amigos. De repente, me he visto hablando con padres diciendo que mi hijo va comentando por ahí que Dios no existe y la imagen me ha paralizado brevemente. Es fundamental explicar que aunque él tenga su propio pensamiento, los de los demás no son mentira, simplemente son otros diferentes.

No sé si habrá entendido lo que le quería decir, pero desde que nació, hemos querido darle una amplitud suficiente de miras para que pueda tomar sus propias decisiones y no inculcarle las nuestras. Está claro que objetivos no somos, pero me pareció importante significar que él debía decidir qué creía y tomó su decisión antes de preguntarme cuál era la mía. Lo cual me entusiasma.

Uno siempre se pregunta si está haciendo lo correcto y en el camino desesperante de no saber si las decisiones que tomas están bien o mal, a veces te olvidas de disfrutar todos esos momentos que te brindan y nutren tu día de significado. Hoy ha sido uno de esos días. Gracias, hijo.

Respetando el entorno y sin darle excesiva importancia a las diferencias de pensamiento o de parecer, siempre que no invadan la libertad de nadie, creo que se puede convivir mejor. Y repito que respeto a todos aquellos que hayan querido enseñar a sus hijos la religión que ellos profesan desde pequeños, pues la libertad es el mejor símbolo de la expresión humana. Sin embargo, no puedo compartirlo, pues me parece fundamental que sean ellos, en su libre pensamiento, quienes decidan qué creer y qué ser. 

Y en honor a un programa de radio que he escuchado hoy, me parece fundamental entender que no se puede educar a tus hijos por igual, porque no son iguales. Hay que tratar de ajustar las formas a cada caso, porque cada niño, por muy pequeño que sea, tiene su personalidad y su forma de entender las cosas que le suceden alrededor. No me gusta nada esa frase tan manida de "he criado a todos mis hijos por igual y no sé porqué éste me ha salido tan mal" Primero no te ha salido mal. Me parece horrenda esa expresión. Y segundo, pues porque no son iguales. Quizás nuestro segundo hijo no piense que dios es un fantasma.

Señor, señor...