señor, señor

domingo, 11 de enero de 2015

LOBOS CUIDANDO DEL REBAÑO

Desde que tengo uso de razón, la verdad no acertaría a decir la edad exacta, he oído en innumerables ocasiones llamarme "abogadilla de pleitos pobres" o "defensora de lo imposible" e incluso "Carolina de Arco". En fin, siempre pensé que eran un poco exagerados y en cierto modo me hacía gracia, hasta que llegó un día una persona y me dijo que estaba cargando con unas pacas que no me pertenecían.

www.observatorio.cl
En fin, la reflexión a veces lleva al cambio y en el camino estoy, aunque resulta muy complicado escuchar historias y tomar una actitud objetiva, midiendo el alcance que se puede tener sobre ello. Lo llamaba solidaridad o empatía y otros lastre. Supongo que en el medio está la virtud. Pero queriendo extender este concepto a la sociedad en la que vivimos, hace poco escuché en la radio el concepto de economía solidaria. No es la primera vez que lo oigo, pues ya se lo había escuchado a José Luis Sampedro. Se trata básicamente en poner como interés primordial al ser humano y no al capital, promocionando una forma de producción y consumo cooperativa, solidaria y auto gestionada.
Inmediatamente me vino a la cabeza nuestra visita a un kibutz en Israel hace ya muchos años. Me llamó la atención su forma de vida comunal, donde todo se compartía de forma supuestamente equilibrada. En principio casi lo asemejé a una secta, cuestioné las ideas y la forma de emplear los medios, como si se tratase de una comunidad cerrada, excluida de libertades. El guía me comentó que las cosas estaban cambiando y acomodándose a las nuevas realidades. Alrededor estaba el capitalismo que incitaba al consumismo a las nuevas generaciones, que estaban deseosas de tener y disfrutar de aquella vida repleta de premios. Pensaba que no se les permitía salir, pero me mostró que no existía tal ausencia de movimiento en aquella comuna, al menos. Las personas que allí moraban, no sólo trabajaban por y para el kibutz, sino que había otras muchas que tenían trabajos fuera y regresaban para aportar lo ganado a la comunidad.
Uno siempre plantea desigualdades en ese tipo de sociedad, fruto de la vida que te rodea. No me parecía justo que quien ganase más dinero aportándolo a la comunidad, luego no tuviera más incentivos. El sistema no funciona así. Una chica que vivía allí nos explicó que los bienes y servicios pertenecían a todos. Cada uno percibía una cantidad mensual para productos personales. Los trabajos estaban distribuidos para que todos aportasen lo que tenían y cada uno recibiese lo necesario, sin plantearse quien o quienes tienen más o menos, porque todos disfrutaban de lo mismo. Aquel que no valorase aquello, se podía marchar y encontrar otra forma de vida. Las decisiones importantes se tomaban entre todos los miembros, los altos cargos se rotaban y todo el mundo participaba democráticamente. La cuestión es que había escuelas, lavandería, piscina, gimnasio, comedor y todos los servicios básicos. Me dieron una tarjeta y me instaron a averiguar más. La pena es que mi edad en aquel momento me hizo perder un poco el sentido de aquello que había visto al cabo de unos meses, aunque mi memoria aún lo almacena...


rizomas.net
El kibutz surgió por la necesidad de aunar recursos en una época donde la agricultura independiente no funcionaba. Crearon una comuna inspirándose en las ideas de Aarón David Gordon y el sionismo socialista. <<Gordon insistía en que un pueblo no puede ser libre si no produce su sustento por sí mismo, empezando por la producción agrícola.>> El pueblo judío siempre se había sustentado en el comercio, de manera que pensaban que debían de volver a las raíces de la producción como el resto de pueblos. En fin, para ser muy claros, no estoy diciendo que la comuna sea el sistema que hoy en día solucionaría las miserias que nos rodean. Creo que los tiempos son otros y las soluciones distintas, pero de alguna forma veo más solidaridad y humanidad en ello que en lo que hoy vivimos.

En el capitalismo que sostenemos, tenemos una relación alienante con el trabajo. Bueno, la mayoría, otros seguro que están muy conformes. A lo que me refiero es que muchos vivimos por y para el trabajo, cuando éste sólo debiera ser un medio para vivir en unos parámetros razonables. Y ese es uno de los conceptos que encarna la economía solidaria, aunque la definición no está muy clara o es difusa según quien la defienda.

Hoy en día, sufrimos graves desigualdades sociales y me incluyo en el grupo, no porque me afecte directamente, sino porque por solidaridad, lo hace indirectamente. No quiero un país en el que la gente pase hambre y esto es un hecho que no tiene que ver con demagogias. Quizás cada uno deberíamos hacer una visita a la arena del coliseo para ver si es verdad que los leones se comen a los gladiadores o para abrir los ojos y ver que hay lobos cuidando del rebaño. Puede que así apreciemos que no se trata de una panda de vagos viviendo de 425 euros o de la nada e incluso podamos comprender que el problema de los niños en Madrid no es la obesidad, como dice Ignacio González, sino la mala o nula alimentación de muchos.

Según el profesor Luis Razeto, <<la economía solidaria ha demostrado en muchos casos ser una alternativa capaz de conducir organizadamente a muchos trabajadores informales, a operar con mayor eficiencia, permitiendo la reinserción social y el progreso de vastos sectores que despliegan de modo independiente iniciativas que les generan ingresos y elevan su precario nivel y calidad de vida.>>


factoriahistorica.wordpress.com
Otro de nuestros grandes problemas es la corrupción, en gran medida agitada por la desigualdad anterior, el ánimo de lucro, el consumismo y la explotación laboral que de nuevo insisto en que existe. A nadie se le escapa que la desigualdad de salarios está en la calle y que trabajar y no poder llegar a fin de mes, aunque sea raspadito, es una realidad palpable. Muchos son pobres y con trabajo, mientras que otros pocos miran desde su palco la sangría mientras indican a las gradas que ellos van a cuidar de todos. A todos los que estén en la grada, porque el rebaño va a ser devorado de vez en cuando. La vida es así y para que unos pocos lobos vivan muy bien y puedan alimentarse, las ovejas han de sacrificarse. Y exaltan el espíritu de sacrificio de las ovejas en pos del resto del rebaño, cuando esta realidad consume la solidaridad, los beneficios sociales, la sanidad, la educación en pro de aquellos que la pueden pagar de forma privada. Y así con la pirámide construida para que los de abajo deseen dejar de ser pisoteados y sea como fuere subir peldaños, aunque sea robando, nos encontramos con la corrupción. Un sistema que está alimentado por los intereses lucrativos de los que más tienen, para obtener aún más. Lo que demuestra que el sistema está podrido y los lobos no pueden cuidar del rebaño. Para aquellos que pensaban que si nos gobiernan los que más dinero tienen, menos robarán, que es una frase desafortunada y muy manida, sepan que la situación económica de uno no es óbice para querer más y más. Podemos comentarlo con el Sr. Urdangarín, por ejemplo.

La tercera piedra de toque son los beneficios sociales, que también se contemplan en la economía solidaria, pues pertenecen a su base. La educación, la investigación, la cultura, la salud. Sin ellas el equilibrio en la sociedad se destruye en conexión con la desigualdad que mencionaba anteriormente. Hoy están tocados en mi opinión mortalmente. Se está despreciando la base social. Pero para no repetir las consabidas mareas, que tienen todo mi apoyo y consideración, no quería olvidarme de los enfermos de Hepatitis C. Son <<4.000 muertes las que se han producido en el último año por no financiar los tratamientos que ya había aprobado Europa>>. Mueren por no recibir un tratamiento que cura la enfermedad, porque la Seguridad Social no administra el medicamento a los enfermos. El Ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, dice que las recetas las hace el médico y no el político, pero se lo dice a la prensa no al enfermo que lucha por no morirse. Y esto tampoco es demagogia. Es una realidad del país en el que vivimos, donde el derecho a la protección de la salud  de sus ciudadanos que indica la CE, tampoco se respeta por cuestiones económicas. Sí, es así y esta situación es extrapolable a otros países, donde hay enfermedades que tendrían cura y no se investiga porque sus enfermos no importan. Quiero un país preocupado por sus ciudadanos y comprometido con las miserias externas.
www.farmaconsejos.com
El cuarto punto de incalculable valor también es la justicia, que necesitamos sea ágil y comprometida. Se debería modificar la Constitución Española para adecuarla a tiempos actuales, tipificar nuevos delitos, crear una independencia real sin dedocracia y dotar a la justicia de medios para poder perseguir a aquellos que quieren acabar con el sistema. Hoy los grandes partidos tienen miedo de dejar sus estructuras como esqueletos, así que miran en la distancia el desarrollo de los acontecimientos, esperando que todo pase y siga igual.

De nuevo Luis Razeto comenta en uno de sus artículos que <<en este difícil contexto histórico, que no son pocos los que conciben como una verdadera crisis de civilización, la economía de solidaridad aparece como el único modo nuevo de pensar y de proyectar procesos transformadores eficaces y profundos, en condiciones de concitar la conciencia y la voluntad de los más vastos sectores que anhelan una vida mejor y una sociedad más humana y convival.>>


Y regreso a este concepto del que hoy se habla tanto. Quizás la más acertada sea la definición del brasileño Paúl Singer: << economía solidaria son formas de  organización económica que adoptan los valores de la democracia llevados hasta las últimas consecuencias dentro del área económica: de que todos somos iguales, todos tenemos el mismo poder de decisión, si es necesario delegar todos votan por igual y las personas que los representan tienen que someterse a la voluntad general, caso contrario, son destituidas para que otras sean elegidas. Entonces, economía solidaria es una forma democrática e igualitaria de organización de diferentes actividades económicas.>> Pero no hay que olvidar que todo ello depende del factor humano, que como todos sabemos, lo hace profundamente subjetiva, llena de fallos, altos y bajos. Pero si la base sigue siendo la igualdad y la democracia, siempre podrá resurgir.

El problema en la actualidad es que las personas que se han elegido por mayoría para dirigir esta "cooperativa" están corrompiendo su base y no existe una forma de rehacer todo esto para convertirlo en lo que nos gustaría que fuese, porque aquí no somos democráticamente partícipes durante cuatro años. Sólo somos entes que se quejan porque el programa que se prometió no está siendo cumplido. Se miente con impunidad y cuando se acercan los cuatro años se maquilla esa mentira para que parezca que la democracia funciona. 

La única forma de convertir este país en algo nuestro es lavar la cara de los políticos de todas las ideologías para quitar el maquillaje y conseguir mediante el voto que el sistema cambie. Por eso me parece vital acudir a las urnas. Por responsabilidad. Que se penalicen los incumplimientos de los programas políticos, se agilice la justicia, se persiga la corrupción de forma eficiente, se permita la participación ciudadana continua en cada una de sus fases y que esos políticos no tengan miedo a enseñar la cara sin plasmas o sin ruedas de prensa controladas. Es nuestra decisión crear un mundo mejor y sólo se conseguirá si empezamos a ser más solidarios y quizás crear un capitalismo más humano, si queréis llamarlo así. No dejemos que los lobos sigan cuidando del rebaño.


www.filalagulla.org