señor, señor

sábado, 27 de enero de 2018

¡CÓMO HE PODIDO ESTAR TAN CIEGA!

Hoy me ha venido a la cabeza la famosa Opera de Puccini y el más insigne interprete del aria Nessum Dorma, Luciano Pavarotti. Veréis la belleza de Turandot que hacía que los hombres se arriesgasen a ser decapitados. Me recuerda en cierta forma a una parte de la actualidad que vivimos. Nuestros estereotipos, las revistas, la televisión, el lenguaje.

Los conceptos de belleza van variando en cada etapa y cuando un día se lleva el pelo rizado, las medias rotas a lo Madonna, los pantalones de pata de elefante o las mallas, años después te hablan de melenas bob, ondas al agua, flared trousers o leggins. De repente una mujer mascando chicle me dice: <<cariño, esos son leggins>> y me dan ganas de decirle: mira no te conozco, así que ahórrate tu dulzura comercial. Pero en vez de eso, me aprendo que ahora no son mallas y miro con desdén la finura de la tela. Se me va a ver hasta el carné de identidad.

Revista masculina vs. Revista femenina (https://goo.gl/G6NZY8)
Aquí es cuando una amiga te suelta que, teniendo buen cuerpo, puedes ponerte cualquier cosa. Y mi pregunta es ¿qué es tener buen cuerpo? Sencillo: vamos a buscar la dieta prodigiosa inexistente; las liposucciones que duran dos meses: julio y agosto; el gimnasio al que nunca vamos; y a mirar revistas retocadas, esperando conseguir pertenecer a ese grupo de maniquíes para ver si alguien nos mira con admiración. ¿Desde hace cuánto hacemos esto? ¿Desde hace cuánto nos preocupamos más por si le gustaremos a los demás, en vez de mirarnos a nosotros mismos con aprobación? ¿Desde cuándo la forma en que vestimos dice quiénes somos? Esto no cambia y lo peor es que seguimos haciendo las mismas estupideces de turno, pensando que estamos actuando con pleno uso de razón.

Llegado a este punto se me ocurre enlazar los cánones de belleza con la violencia de genero. Sí. Tiene mucho que ver. Recuerdo el programa "Salvados: El machismo mata" y Marina Marroquí hablando en los institutos sobre su experiencia entre los 15 y los 19 años. Niñas con novios que se ven subyugadas por celos impropios y sentimientos de posesión enfermizos. Niñas y niños. Y aquí encajamos la perspectiva de género con una simple prueba. Chicos, dibujando su chica ideal y chicas dibujando la supuesta media naranja, como si a esas edades supiéramos de lo que estamos hablando. En todos los colegios a los que va, el modelo es el mismo. Y no es casualidad. Vivimos amparados por modelos televisivos, revistas, canciones, y comportamientos que nos dictan lo que nos tiene que gustar. Mostró que, en todos los dibujos, chicas y chicos de diferentes ciudades, misma edad y, distintos estamentos sociales, describen los mismos rasgos. 
goo.gl/LPnrgo
El machismo aparece en todas las capas de la sociedad, como explicaba una juez en el mismo programa. Y Marina Marroquí, habló de su experiencia. Como su novio controlaba la ropa que llevaba, la manera en que la aisló y las diferentes formas de maltrato. Y lo más sorprendente es que a la mayoría de esos jóvenes les parecía normal ciertos comportamientos que a mí me resultaban lesivos sólo con oírlos.

https://goo.gl/QUz5N3

Continuando con mi asombro con el programa de "Salvados", recuerdo chicos que miraban con dudas lo que relataba la protagonista, porque era una mujer con talla L. Como si por su cuerpo, no pudiese ser acosada. Nadie debe ser acosado. Me quedé estupefacta.

En ese mismo capítulo, analizaron canciones y sus vídeos. Esas que hablan de las curvas que una mujer debe tener, de sexo sin consentimiento, sumisión, y violencia. Y ahora que está tan de moda la canción de "Despacito" y que me han pedido traducirla al inglés, la analizo y me resulta muy molesto ver la imagen y el uso de la figura femenina y masculina para según qué cosas. Los chavales aprenden a armar el plan con el pulso acelerado y pensando en que van a hacerla gritar hasta que se le olvide su apellido. Y cito: <<sabes que esa beba está buscando de mi bang bang y es que esa belleza es un rompecabezas, pero pa' montarlo aquí tengo la pieza, oye.>> Y esto es lo que escuchan, lo que interiorizan muchos y lo que ponen en práctica algunos. Qué decir del reggaetón. Maluma, un colombiano con mucho éxito en España habla de: << Ya estoy metio en un lío. A todas yo quiero darle. Me tienen bien confundio. Ya no sé ni con cuál quedarme. Y es que todas maman bien. Todas me lo hacen bien.Todas quieren chingarme encima de billetes de cien. <<Pero pongamos de ejemplo la sumisión de Malú en una de sus canciones: <<Toda, de arriba a abajo. Toda, entera y tuya. Toda, aunque mi vida corra peligro.>> Y la famosa "Muda" de Cali & El Dandee <<Quiero una mujer bien bonita, callada, que no diga naaa, que cuando me vaya a la noche y vuelva en la mañana, no diga naaa. Que, aunque no le guste que tome se quede callada y no diga naa.>> Esto es lo que llamamos respeto y equidad. Y para aquel que diga que son canciones y no reflejan la realidad, que se pase por cualquier instituto o bar para ver el comportamiento de los chicos frente a las chicas, de los hombres con las mujeres en la sociedad. Nos alimentamos de lo que nos rodea y con la poca importancia que se le da a la influencia del lenguaje, así nos va. Y alguien podría decirme que otros géneros de música como el Rock hablan de drogas y alcohol y los chicos no van por ahí drogándose. Bueno, si queréis lo analizamos también, pero hay que dejar claro que hay campañas desde hace muchos años sobre los efectos de las drogas y el alcohol. Sobre los micromachismos que reciben las mujeres en el día a día, la información es escasa o nula, pero los efectos son devastadores. Algunos colegios ahora están incluyendo charlas, pero el poso sigue ahí y no dejará de estarlo hasta que sepamos detectar los signos y reaccionemos debidamente.

Hay una conocida actriz, Mayim Bialik, que habla del lenguaje y de cómo <<importa porque las palabras significan cosas.>> Tiene razón al explicar que debemos empezar a usar un lenguaje que eleve a las mujeres, para dejar de tratarlas como meros objetos. Las palabras importan y hacen el mismo daño. Una mujer no debe ni tiene que cuidar de sus hijos, cocinar, lavar, planchar, limpiar. Y no debemos enmarcarnos en ese viejo rol como si no importase, porque la conducta, la actitud, también importa. La sociedad no determina qué hacemos y quienes somos.

En los Premios Feroz, me gustó el sarcasmo de Leticia Dolera y me chocó el discurso de Javier Calvo que reproduzco: <<Si alguien, alguna niña, algún niño, alguna persona que me está mirando, tiene miedo o siente que está perdido, siente que no le van a querer, que sepa que le van a querer, que va a encontrar su sitio y que vas a cumplir tu sueño.>> Todo esto, afirmando con anterioridad que es gay. No podemos tener miedo a ser quienes somos, de la misma forma que no debemos someternos a nadie. Debemos globalizar la solución y no el problema.

Dependencia emocional, violencia de género, acoso, humillaciones y agresiones que no parecen serlo a ojos de la víctima o de una sociedad que vive estimulada con los conceptos erróneos. ¡Cómo puede estar tan ciega! Dicen las víctimas cuando son conscientes del escenario en el que se han visto inmersas. Si alguien ha intentado intervenir porque ve lo que no ves, escuchad y analizad. Menosprecios, ninguneos, machismos que aceptamos diariamente, porque en nuestra sociedad no tienen importancia. Por ejemplo, el hecho de que la opinión pública australiana critique a una mujer presentadora de un telediario por su ropa y no perciba que su compañero ha llevado durante un año el mismo traje para demostrar el sinsentido. Las mujeres son juzgadas por cuestiones superficiales y los hombres por su intelecto y su trabajo, según explica Roberto Mtz, en un vídeo muy esclarecedor.

https://goo.gl/29S79q
Recuerdo la risa socarrona de algunos hombres al recibir un CV en la oficina con una foto de "una tía buenorra" que hay que contratar en vez de la otra, que tiene "pinta de Betty La Fea", sin importar su valor profesional. También, esos comentarios de bar sobre que las mujeres de hoy ya no saben cocinar o sobre la sexualidad de las mujeres y los hombres, convirtiendo a las primeras en prostitutas y a los segundos en héroes. Y una afirmación que me produce repugnancia: <<algo habrá hecho>> ante una agresión brutal.

Hay que reaccionar, para no tener que ser testigos de chats en los que se planean violaciones o se juzga a una mujer por querer rehacer su vida con normalidad, después de que cinco animales usasen su cuerpo como si fuera un despojo. Jueces, curas y personajes públicos que deberían de estar dando ejemplo, y en su lugar, alimentan a la bestia y convierten de nuevo a la mujer en el ser de un solo rol. Nosotros, como sociedad, lo permitimos y cuando intentamos hacer algo al respecto, nos da miedo ser saboteados por la sombra de la duda. Una mujer muy sabia me dijo: <<no ha nacido hombre que menosprecie y ningunee a una mujer delante de mí>>. Una mujer que fue víctima de la violencia machista. Que ese sea un lema social. Esas situaciones deben dejar de tener nuestro beneplácito y complacencia. Y para aquellos que me digan que también hay hombres maltratados, les diré que no hay número ni género. 

No tiene que ser gracioso que el camarero/a te sirva la bebida light porque eres mujer y la cerveza a él porque es hombre. De la misma forma, no es aceptable que alguien te de abrazos que duelen, instrucciones sobre cómo vestirte o vivir o controle espacios de tu vida que te pertenecen. Dejemos de crear necesidades, anulemos la dependencia emocional, los estereotipos de hombres y mujeres, y los cánones de belleza que nos indiquen qué debemos ser y cómo. Usemos nuestra libertad. Esa misma que nos proporciona la crítica, el análisis y las ideas propias.

Eduquemos a los niños y niñas para ser dueños de sí mismos y portadores del respeto. Acabemos con los colores, los juguetes, la ropa, los disfraces de género. No quiero un huevo de chocolate rosa para mi hija y azul para mi hijo. No me gusta que me pregunten si el regalo dentro de un menú infantil es para chica o chico. Seamos lo que queramos ser. Sin temor. Sin miedo.