señor, señor

sábado, 11 de mayo de 2013

CORRUPTOPOLIS


La corrupción ha inundado los medios de comunicación, las charlas en el trabajo y en los bares y hasta las reuniones familiares. La política, de esa de la que nadie sabía, ha asaltado nuestras vidas. Ahora todos sabemos a qué se dedicaban muchos de nuestros políticos y esa frase tan manida de no juzguemos a todos bajo el mismo rasero de unos pocos, está circulando por doquier como un muro para no desprestigiar más la que debe ser su labor.

Sí, todos no utilizan sus funciones públicas en provecho propio, pero están saltando tantos casos y tan flagrantes, que la opinión pública se ve desbordada por los hechos, mientras se le pide paciencia y se le indica que la justicia es igual para todos.

Empecemos por Carlos Fabra y su famoso aeropuerto sin aviones, para que los orgullosos castellonenses sean los únicos en el mundo que pueden ver ensayar a un coche de carreras en las pistas o dar un bonito paseo por una terminal vacía. En el "Caso Fabra" se acusa al ex presidente de la Diputación de Castellón de tráfico de influencias, cohecho y fraude fiscal. Para los que desconocen la palabrería legal y con todos mis respetos a los entendidos, significa que supuestamente ha utilizado su influencia personal para obtener favores de personas con autoridad, suele ser a cambio de dinero, pero también de haber sido sobornado o haber solicitado un soborno para llevar a cabo ciertos actos. A esto añadimos el fraude, que no es otra cosa que no pagar impuestos u obtener un beneficio ilícito.

 Cuando después de nueve años por fin le sientan en el banquillo, nos regala una de sus muchas incoherencias verbales, asegurando que <<ya era hora después de tantos años escuchando mofas de gentuza>>. Resulta curioso saber que la persona que le acusa es el empresario al que estuvo haciendo supuestamente favores, harto de que le cobrase cantidades millonarias por las gestiones realizadas a través de su cargo público. 

También podemos recordar las decorosas palabras de Rajoy en 2008 indicando que Carlos Fabra era un “ciudadano y político ejemplar”. Supongo que por entonces, el actual Presidente de España, desconocía que en 2011 el idílico Fabra sería capaz de construir un aeropuerto peatonal y que dos años después le veríamos siendo supuesto ejemplo de varios delitos.

 Pero la corrupción en España tiene muchas caras. El "caso Palma Arena" tuvo su inicio en Agosto 2008. El ex presidente balear, Jaume Matas, ha sido condenado a seis años de prisión por doce delitos en Marzo de 2012, pero continúa en libertad. El juez no considera que haya riesgo de fuga y sus abogados han presentado un recurso para alargar lo inevitable, su ingreso en prisión. La cuestión es que a los pocos que pasan por la cárcel, les deben salir las cuentas correctamente. Nuevamente, Mariano Rajoy en 2010, le desea lo mejor y que si puede, demuestre su inocencia.

Pero de aquellos barros vinieron estos lodos y el Juez Castro sacó en 2012 una pieza separada de Palma Arena, que fue bautizado como "caso Noos". Su nombre se debe al famoso instituto creado por Iñaqui Urdangarín y Diego Torres, investigado por el supuesto desvío de más de seis millones de euros mediante convenios con los gobiernos de Baleares y la Comunidad Valenciana. Desde entonces, hemos estado contemplando e-mails de ida y vuelta, un Duque Em-Palma-do, un palacete que no se puede mantener, un posible trabajo en Qatar sin tratado de extradición, idas y venidas entre EEUU y España y una Infanta medio imputada. ¿La imputo o no la imputo? Esa es la cuestión.

El olvidado "caso Palau" comenzó en Julio de 2009 con el registro del ya mundialmente conocido Palau de la Música. Félix Millet reconoció haberse embolsado 3,3 millones de euros que utilizó para pagar reformas en casas de familiares y realizar viajes. Pero el desvio de fondos ronda los 20 millones de euros en cinco años, según la fiscalía. Este caso ha sacado a colación una supuesta financiación ilegal de Convergencia Democrática de Catalunya, unas cuentas en Suiza de los Puyol y un caso que ha salpicado hasta a Artur Mas. La trama sigue y los culpables campan de nuevo a sus anchas.

Los casos de corrupción asolan a todos los partidos. Mencionemos el famoso "caso Campeón", donde supuestamente existieron concesiones de subvenciones irregulares a cambio de comisiones a cargos públicos. El empresario farmacéutico Jorge Dorribo afirmó haber tenido una reunión en una gasolinera con el ex-ministro de Fomento del PSOE, José Blanco, previo pago de 200.000 euros a su primo, para que se acelerasen gestiones en el Ministerio de Hacienda y Sanidad. De momento, siguen las declaraciones y Blanco está imputado. Veremos si es otro que se va a la calle.

Pero el proceso que ahora ocupa los espacios de los medios de comunicación hasta de moda, por la jueza que lo instruye, Mercedes Alaya, es el "Caso de los ERE de Andalucía". Es curioso ver desfilar a más de cien personas, aparentemente prejubilados por empresas en las que nunca habían trabajado.
Pero este escándalo, también incluye subvenciones a empresas que no estaban presentando un ERE, personas que no llegaron a crear ninguna empresa y comisiones muy por encima del valor de mercado a intermediarios entre la Junta y los trabajadores. Se calcula que el fraude ha sido de aproximadamente 136 millones de Euros. Todo este escándalo está estrechamente vinculado con el gobierno socialista en esta comunidad, en el que se ha visto salpicado hasta Manuel Cháves y José Antonio Griñán.  

Lo que más llamó la atención de la sociedad en este caso fueron las declaraciones del chófer de Francisco Javier Guerrero, ex Director General de Trabajo, que declaró ante la juez haber gastado hasta 25.000 Euros mensuales en drogas y otros pasatiempos.

Y llegamos al famoso "caso Bárcenas", que viene de la investigación del extenso entramado del "caso Gürtel". Esta palabra, que desconocíamos muchos y que curiosamente se adoptó del alemán, significa cinturón. Para eso, tampoco acertamos pues correa en dicho idioma es "gurt". 

Francisco Correa es el considerado líder de una supuesta trama de corrupción tan extensa como sus ramificaciones. La política y las empresas se combinan para dar paso a una investigación iniciada en 2009 por el juez Garzón. En él se han visto afectados alcaldes del PP, un consejero de Esperanza Aguirre, otro relacionado con la alcaldía de Madrid y, a la postre, varios aforados del PP. Durante el proceso, el Juez Garzón ingresa en una clínica por una crisis de ansiedad y le sustituye el Juez Pedraz, quien se limita a aplazar las declaraciones, esperando la reaparición del investigador inicial, para pasar así la patata caliente. 

A su regreso, el juez se encuentra con una querella del PP por prevaricación, al entender que había tenido tiempo suficiente para pasar el caso al Tribunal Superior de Justicia de Madrid y Valencia por existir cargos relevantes implicados. Previamente, los populares habían solicitado personarse como acusación y el juez se lo había denegado por existir indicios de aforados involucrados en el caso. Finalmente el juez se inhibe y continúa con las investigaciones del caso que no afectan a los mismos. Mientras tanto se suceden numerosas implicaciones y en paralelo el juicio contra Camps y Costa, los cuales salen indemnes, pero dejan sus cargos. 

En 2010 aparece una nueva querella por prevaricación contra Garzón, al haber intervenido las comunicaciones en prisión entre acusados del caso gürtel y sus abogados, con el beneplácito de la Fiscalía Anticorrupción. El juez fue inhabilitado por 11 años y pérdida definitiva del cargo que ostenta. 

Hay que decir que la ley no regula las intervenciones en las comunicaciones y que hasta la fiscalía indicó que si bien las escuchas podían anularse, era "jurídicamente discutible" que se le acusara de un delito por este motivo. Las directivas europeas han advertido ya del papel de los despachos de abogados para cometer blanqueo de capitales. A su vez Garzón había explicado que utilizó todos los medios a su alcance para resolver la trama, ya que los abogados podían actuar de enlaces de la trama de corrupción. Varios jueces habían ordenado anteriormente escuchas entre letrados y clientes en las prisiones y no había existido acusación alguna contra ellos. En mi humilde opinión, Garzón era un juez molesto para muchos y terminaron por hacerle desaparecer, independientemente de que considere que no siempre ha estado acertado. Lo curioso es que el juez que destapó el caso, de momento, es el único culpable declarado en el mismo.

La ley goza del derecho de interpretación de los jueces y muchas veces es una puerta abierta para que la parcialidad se introduzca en cualquier proceso. Me planteo si ahora cualquiera que discrepe de la decisión de un juez, puede acusarle.

 Y es que este caso, que sigue activo hoy en día, está lleno de sorpresas o curiosidades. Un informe de la Brigada Policial de Blanqueo apuntaba "la existencia de una doble contabilidad y a una serie de facturas falsas a cargo del PP valenciano", cuestión que rápidamente desmintieron varios altos cargos del partido, pero que ahí está.

El PSPV presentó un informe que aseguraba que la Generalitat valenciana había vulnerado la ley en más de 50 ocasiones con fraccionamientos de contratos para evitar la publicidad y concurrencia. Vamos que las adjudicaciones eran a dedo, como se dice vulgarmente.
  
Durante el proceso del caso Gürtel, se desveló que algunos miembros de la trama compraron libros para aprender a delinquir y que incluso Correa, fue timado en varias ocasiones, pero se llevaba el 2% de los contratos de los ayuntamientos de Boadilla del Monte y Majadahonda.

Hasta el magistrado Antonio Pedreira, anunció que carecía de medios humanos necesarios para poder tasar todos los bienes intervenidos en la causa.

Y nos queda la polémica sobre el conocimiento o no de Ana Mato respecto a los asuntos de su marido, el ex alcalde de Pozuelo de Alarcón, Jesús Sepúlveda. Según se ha indicado tenía unos coches muy caros en el garaje de su casa, se celebró una fiesta de cumpleaños para uno de sus hijos que pagó la trama y había unos bolsos de marca regalados, pero la Sra. Mato nunca sospechó nada. Me pregunto si alguien que baja al garaje y se encuentra con un coche caro, sea hombre o mujer, no se plantea nada o por lo menos no cuestiona el hecho de comprar un artículo de lujo sin haberlo consensuado antes. Espero encontrarme en su caso para decidir lo que hacer...

En 2013, el juez Ruz ha expulsado al PP como acusación popular al considerar que durante el procedimiento, ha defendido la inocencia de su ex tesorero Luis Bárcenas, su mujer, Rosalía Iglesias y el ex diputado Jesús Merino. Parece que la decisión de Garzón en su momento, por tener aforados implicados en el caso, no fue tan descabellada.

Ahora se están investigando 600 contratos de la Comunidad de Madrid con empresas de Gürtel. Supuestamente se habrían fraccionado contratos por valor de 3 millones de euros para evitar el concurso público. Esperanza Aguirre hizo muy bien en largarse de allí a tiempo y ahora posicionarse como la abanderada de la sección del PP anticorrupción y la más honesta y locuaz de todo el partido.

Y nos queda el caso Bárcenas, que empezó en enero de este año con la publicación en el periódico El País de los famosos papeles, que el PP tildó de fotocopias de fotocopias y arremetió contra su veracidad. Lo cierto es que la policía ha afirmado que es su letra, pese a que no son los originales, de un entramado que desvela la contabilidad B y la financiación ilegal de todo un partido.

Las mismas autoridades suizas, han abierto una investigación penal para descubrir la procedencia de ese dinero y si se demuestra que es ilícito, bloquearán la cuenta.

Ya en 2010 el PP pagó 350 euros al bufete de un prestigioso penalista por defender al ya imputado  Bárcenas en el caso Gürtel. Más tarde se descubriría, a través de la declaración del ex tesorero ante la Fiscalía Anticorrupción, que llegó a un acuerdo de compensación con Maria Dolores de Cospedal, para abandonar su relación laboral con el partido, motivo por el que causó baja en 2010.

Y estas fueron las argumentaciones de Cospedal para justificar los pagos a Bárcenas: <<La indemnización que se pactó fue una indemnización en diferido, y como fue una indemnización en defini... en diferido en forma efectivamente de simulación de... simulación o de lo que "hubuera" sido en diferido en partes de una... de lo que antes era una retribución, tenía que tener la retención a la Seguridad Social...>>

Sin entrar en detalles, no existen las indemnizaciones en diferido ni en forma de simulación. Lo que se desprende de aquí, es que a raíz del caso Gürtel, el PP, desbordado por lo que estaba surgiendo, pactó con Bárcenas su marcha del partido por la puerta de atrás. Como el ex tesorero es un buen negociador y tenía mucha información privilegiada, se quedó con un buen sueldo, un despacho y ciertas ventajillas que le convirtieron en la persona con mejores condiciones de despedido de España. Y eso que su partido ha cambiado la ley para hacerla más accesible al despido raquítico.

Queda por saber si el enfado de Bárcenas por el apoyo incondicional que creía tener de su partido, le llevará a sacar "los recibís" de los sobresueldos de dinero negro que presuntamente han recibido ciertos cargos del PP. Según los papeles, distribuía cada mes sobres con cantidades entre 5.000 y 15.000 euros, aunque varios de los mencionados lo hayan desmentido.

Llama la atención que todavía no haya sido capaz de explicar de dónde salen los 38 millones de Euros que tenía atesorados en Suiza. Sabemos que 11 millones los blanqueó gracias a la amnistía fiscal de Montoro, el cual se apresuró a comentar que esa regularización planteada "no borra ni limpia delitos". Pero todo es cuestionado con el tiempo. Al igual que negaron la vinculación de la contabilidad B del PP con el caso Gürtel y según la policía hay bastantes coincidencias, del mismo modo se está investigando si la amnistía fiscal del ministro de hacienda, ha sido utilizada para blanquear dinero de la trama.

Lo cierto es que pareció una broma oír a Rajoy mencionar que todo era falso, salvo alguna cosa, cuando los tan manidos papeles vieron la luz. El caso es que un informe de la UDEF de la Policía desvela que acudió a un notario para declarar que llevaba una cuenta de donativos en el PP Precisamente es la información que ha solicitado el juez para investigar los datos de las operaciones en efectivo. Parece que muchas y conocidas empresas como Sacyr, OHL, FCC, Constructora Hispánica y hasta Francisco Correa,  hicieron pagos al Partido Popular. Presuntamente, ese dinero lo repartía el Sr. Bárcenas entre los directivos del partido, incluyéndose a él. Ya se sabe que el que parte y reparte, se lleva la mejor parte.

Este mes se ha sabido que los donantes recibieron en doce años más de 12.000 millones de euros en contratos adjudicados por administraciones públicas gobernadas por el tan mencionado partido. Te doy un donativo, tú te llevas un sobresueldo y a mí me das la adjudicación a dedo y todos contentos. Lo malo es que esto supuestamente lo hace un partido que hace recortes a causa del despilfarro del anterior y pide paciencia y saber estar a sus ciudadanos, cuya mayoría le votaron.

Para amenizar esta situación, el PP ha denunciado al periódico El País y Luis Bárcenas por tres veces al que fue su partido por el robo de dos ordenadores, por maltrato laboral y la que más me asombra e indigna, por despido improcedente, para que le paguen 900.000 Euros como indemnización.

Como conclusión, aunque podemos ahondar en más casos que no he mencionado, tenemos una democracia relativamente joven, que se está quedando sin fuerzas, porque los políticos le roban hasta la sangre. Es un pastel que se ha ido decorando y añadiendo ingredientes, para luego repartirlo en este bipartidismo en el que estamos y ahora sólo quedan las migajas para una sociedad decepcionada y cansada.

¿Veremos más escándalos del PP y otros partidos? Lamentablemente creo que sí.

Señor, señor...

Nota: véase corrupción


jueves, 2 de mayo de 2013

LA POLÍTICA DE LOS EUFEMISMOS

Según la RAE el eufemismo es la <<manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante>>. En política se utiliza para expresar una realidad que no les va a gustar a los votantes, por lo que no es ni más ni menos que el maquillaje de las palabras. Pero aunque mona se vista de seda, mona se queda.

Lo practican todos los partidos, con independencia de sus colores, y en los últimos años, hemos sido partícipes de numerosos aderezos a la hora de explicar ciertas políticas o situaciones nada aplaudidas por los ciudadanos que las sufren. El más sonado y que ayudó a perder unas elecciones fue el utilizado por José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Solves, Ministro de Economía y Hacienda del gobierno socialista, hablando de la desaceleración económica que sufría el país, cuando en realidad se referían a una crisis.

El uso de eufemismos, se transforma en un riesgo que los políticos asumen. Esas palabras malsonantes electoralmente son tabús en su lenguaje, pero una utilización indiscriminada termina por considerarse un engaño y le da la vuelta a la situación. Parece que no terminan de entender que la sinceridad a tiempo es más valorada que darse cuenta de que te tratan como si fueras corto de entendimiento, que es más suave que decir idiota.

El actual gobierno nos ha dado numerosos ejemplos de la riqueza de nuestro lenguaje y la manipulación a la que nos vemos sometidos, aunque insisto en que todos lo hacen. Así oímos hablar a Rajoy de ajustes o reformas estructurales necesarias, cuando se refería a recortes o líneas de crédito y saneamiento del sistema financiero frente a decir rescate bancario, como hacía Luis de Guindos, actual Ministro de Economía.

Sin duda uno de los que más revuelo causó entre los jóvenes es el utilizado por la Secretaria General de Inmigración y Emigración, Marina del Corral, comentando el espíritu aventurero de la juventud cuando le preguntaban por la fuga de cerebros o Fátima Bañez, actual Ministra de Empleo y Seguridad Social, que expresaba que se trataba del concepto de movilidad exterior.

Mientras, escuchábamos a Cristóbal Montoro incentivando la tributación de rentas no declaradas, en vez de referirse a la controvertida amnistía fiscal o incluso nos contaba que se trataba del afloramiento de bases imponibles. Una frase muy bonita que no tuvo los efectos que se vendieron y sí ayudó a blanquear dinero a diestro y siniestro a aquellos que quisieron. Tenemos multitud de casos de Gürtel que se han acogido a esta ventaja que ofrecía el Gobierno de España.

Para explicar la nacionalización de Bankia nos indicaron que el Estado tenía una titularidad indirecta de la entidad y hablar de los desahucios simbolizaba escuchar que se trataba de procedimientos de ejecución hipotecaria, evitando, supuestamente, el drama que la "palabra malsonante" tiene.

El Gobierno catalán tampoco se libra. El repago en sanidad era llamado ticket moderador, cuando los ciudadanos en realidad estaban pagando dos veces el mismo servicio a través de los impuestos y del euro por receta. Otro ejemplo es el cínico uso del eufemismo por parte del BCE que expuso la devaluación competitiva en vez de la rebaja salarial.

Ahora hablamos de finiquitos en diferido y de la ley de desindexación. Según la RAE esa palabra no está registrada, pero si buscas la raíz, indexar, que es registrar datos para elaborar índices y lo sumas al Índice de Precios al Consumo, sacas en conclusión que la pretensión es usar un índice diferente al IPC para los contratos públicos y quizás las pensiones. Teniendo en cuenta que dicho índice es el que se utiliza para la subida de salarios, todos empezamos a entender cuál es el propósito de una ley con el nombre inventado. Si el índice utilizado es menor al IPC, podemos hablar de congelación salarial o pérdida de poder adquisitivo. El colmo del eufemismo es sacar de la chistera de mago una palabra inexistente para decir algo que no va a gustar nada en absoluto. ¿Alguien se ha enterado? 

http://www.extremaduraprogresista.com/libre/40-libre-opinion/20340-cospedal-sin-pudor-por-bandera
Y nos queda la famosa tasa de crecimiento negativo del Ministro De Guindos, cuando se refiere a la recesión o la flexibilización del mercado laboral o simplificación de la contratación, hablando de la reforma laboral que incluía un desafortunado abaratamiento del despido.

Pero en todos los ámbitos de la vida, los eufemismos nos asaltan, teniendo un efecto neutralizador o anestésico, porque así hace menos daño o casi ni te enteras de lo que están diciendo. Las rebajas en una tienda de marca son ventajas especiales, los geriátricos son residencias de ancianos y los despidos colectivos son expedientes de regulación de empleo.

En nuestro mundo los problemas dejan de serlo para pasar a ser retos y los países subdesarrollados simplemente están en vías de desarrollo, porque suena mejor. Me pregunto dónde está la frontera entre decir la verdad aunque sea mala y querer maquillarla para que parezca buena. Estamos rodeados de metáforas, perífrasis y eufemismos, que a mi entender enturbian el buen entendimiento cuando son utilizadas para negar una realidad que hace daño. En tiempos de crisis, la verdad debería ser un valor en alza para el ciudadano, pero en política la hipocresía está ganando la batalla. ¿Ganaría más votos un político que dijese la verdad sin eufemismos? La respuesta la tienen los ciudadanos.

Señor, señor... 

Fuente: tengo dudas